lunes, 19 de diciembre de 2016

Convenciones sociales

Bien cierto es que todos formamos parte de un colectivo llamado sociedad. Reconozco que sí necesitamos formar parte del mismo puesto que somos animales sociales y esas cosas, pero por otro lado, no me gustan las convicciones sociales. Para ello entiendo un conjunto de normas e incluso leyes no escritas que a medida que vamos creciendo se nos van inculcando, sí una especie de órdenes / comportamientos que se nos van introduciendo día a día, mediante mensajes subliminales al alcance de cualquiera.
Desde que nacemos se nos dice que los juguetes hay de dos tipos: para niños y para niñas. Los colores son el azul si es niño y el rosa si es niña. Los niños no lloran, las niñas pueden. Dividimos el ser humano en dos, en un principio y luego vamos marcando más las diferencias. Bien y mal lo entendemos entorno a esto, si eres niña pero te gusta el deporte mal, si eres niño y te gusta bailar mal. Nos van marcando el camino, las tendencias a seguir y si nos salimos de las mismas, mal. De las convicciones sociales pasamos a lo protocolariamente correcto. Seguimos en las mismas pero el término ya lo usamos más en la adultez. No podemos ser libres, si seguimos las pautas de lo “políticamente correcto”. Las convicciones sociales son más bien los barrotes de la cárcel de sociedad. Son unas barreras que nos definen hasta qué punto podemos llegar, hasta qué podemos decir, hasta dónde podemos opinar y hasta dónde ponemos meter nuestras narices. Se encuentran en nuestro subconsciente y configura nuestro ser, a veces no somos consientes hasta qué punto su alineación modifica nuestros hábitos y comportamientos.
Decimos que l@s más pequeños son los más impertinentes, pero yo los considero los más naturales, libres y sinceros. Las pautas sociales a las que me refiero oprimen nuestro ser a medida que se va haciendo mayor, de forma que la infancia es la época en que tenemos menos influencia de la misma y por lo tanto actuamos más libremente.
Así que os planteo la siguiente reflexión: ¿Hasta qué punto modificamos, al día a día, nuestras acciones para quedar bien en nuestra sociedad?
Dejad de seguir al guión que marca la sociedad y empezad a crear vuestro, único e intransferible.
Y a la par os dejo con la canción de La Otra: “Muerte al guión”        




lunes, 12 de diciembre de 2016

Ley de vida

Habrán escuchado alguna vez lo siguiente: “Bueno ya era mayor y es ley de vida”. Se usa bastante para hacer referencia a la pérdida de un ser humano y quitarle hierro al asunto, importancia o incluso querer justificar su muerte. Pero ¡¿qué nos pasa?! Es una expresión que para mí, o desde mi punto de vista, carece de sentido.

¿Quién escribe esta ley? algún juez de éstos corruptos que siguen por aquí vivos, algún aliado de la muerte, ¿quién? ¿En qué año se proclamó y fue aceptada por nuestra sociedad? Si es una ley ¿se puede saltar? Vamos a ver, sé que todos tenemos nuestro tiempo de vida LIMITADO, (para algunos largos y otros demasiado cortos) pero eso no quita que una persona “mayor” se le pueda justificar así de simple la muerte, como si ya tocase, como si el mundo solo tuviera espacio para los jóvenes, y los “mayores”; los más sabios, los que tienen más experiencias hay que sacarlos de aquí no vaya a ser que revelasen algún secreto y consejo sabio de los suyos y adiós con nuestra mediocridad actual.
Todo ser humano tiene el mismo valor para la humanidad, pero la sociedad tiende, y desde ya hace tiempo, a poner desigualdades dentro de una realidad que es la vida misma. Esta expresión a la que hoy dedico la entrada de éste post es un hilo que me permite hacer hincapié a la banalidad de la muerte o a las barreras que nosotros queremos construir para protegernos de ella misma. Siento despertaros, pero todos tendremos el mismo final, quizá algo más digno o menos digno, algo más llevadero o menos, pero pondremos un punto final a nuestra existencia terrenal. Si cuando somos críos nos preguntamos por la muerte, los adultos para salir del paso usan sistemáticamente la expresión esta engañosa en medio de una oración ingeniosa de protección: “No te preocupes hij@, la muerte solo va a los mayores porque es ley de vida.” Y así nos mantenemos alejados de ella, sin plantearnos cosas existenciales. Cuando crecemos y no queremos ver nada de eso, decimos que las desgracias quedan demasiado lejos y luego pasamos a justificar la muerte por las nacionalidades y así sucesivamente… y volveríamos a entrar en un tema de las gafas, de las miradas vacías y fronteras.

En suma, todos valemos igual, la vida no tiene precio y la muerte es una realidad que por mucho que nos pese es justamente la menos racista, la que menos entiende de nacionalidades, dinero, sexo porque al fin y al cabo ella nos trata a todos como iguales en su frente… no tiene discriminación; ni tan siquiera el rico se escapa de ella. Creo que deberíamos aprender más de la muerte, dejarla de tratar como un tabú, porque… no se puede entender nada de la vida hasta que uno no entiende la muerte.   


Y os dejo con una canción de Dani Martín: “Que bonita la vida


    

lunes, 28 de noviembre de 2016

Black Friday

Black Friday / Ciber Monday, toda excusa es buena para atracar los centros comerciales. Pero, ¿sabemos realmente de donde viene esta tradición? No, solo nos hemos apropiado de la parte que más nos interesa, y que no deja de ser la que atrae y provoca nuestro lado CONSUMISTA. Veréis, somos tan necios que nos lanzamos como locos a por cualquier producto que, si no fuera por una supuesta oferta que nos llama la atención, ni tan siquiera nos habríamos parado a admirar, y mucho menos a comprar. Nos dejamos cautivar por ofertas halagadoras, estratosféricas que en realidad no son más que un anzuelo para morder y caer en la trampa. La mayoría de los productos que son promocionados para esas fechas, en un primer momento lo más destacados fueron los tecnológicos, salen al mercado por un precio muy por encima del real, con el que aplican una supuesta oferta (rebaja) y quedamos encantados, a pesar que el precio siga siendo un escándalo. Las tiendas se apresuran a modificar las etiquetas de las mercancías inútiles e innecesarias que llenas de polvo vuelven a salir a la luz. Los consumidores como si de una guerra se tratara, se lanzan encima del género y de los otros para conseguir quedarse con muchas prendas que más de un@ solo lo colgara en el fondo del armario como recompensa de los supuestos grandes ofertones. 
La modalidad online de éste fenómeno es conocida como el Ciber Monday, no deja de ser lo mismo pero usando las compras a través de Internet, donde las páginas de grandes marcas quedan colapsadas y los servidores internos petan literalmente. No tenemos ni la más remota idea del origen, bueno sí sabemos que viene del gran país capitalista americano los Estados Unidos, y si ellos lo hacen ¿por qué no exportar tal tradición, y hacerlo nosotros? Pues bien, el Black Friday (Viernes negro) se consolida el día después de acción de gracias, una tradición que en España no se ha importado (para que, ya tendremos bastante con la navidad). 
En EUA, se hace el día de acción de gracias como una parada técnica antes de llegar a la Navidad. Tras la cena a partir de las doce de la madrugada las tiendas americanas abren sus puertas y la gente digiere el pavo correteando por los pasillos de los supermercados. Lo que nos transmiten sobre el origen de esta tradición es, evidentemente, el mejor bien visto: dicen que de enero a noviembre las tiendas han tenido números rojos y de allí que ahora con las rebajas quieren pasar al color negro. Bah, artimañas. Casualmente, en la historiografía universal el término “días negros” hace referencia a algo funesto como por ejemplo el crack de 1929 que provocó la caída de la bolsa y el inicio de la Gran depresión (jueves negro). Además otro dato curioso… antiguamente, tras el día de acción de gracias los comerciantes de esclavos vendían al mejor postor sus esclavos aplicándoles ofertas para favorecer sus tratos económicos. Los postores tenían prisa para adquirir esclavo debido que el invierno se acercaba y las plantaciones daban mucho más trabajo. Entonces, Black hará referencia a los esclavos negros que fueron subastados en Mississippi, usados y explotados para cultivar las tierras. 
En suma, sea como sea, espero que os deis cuenta que tanto los comerciantes cómo los consumidores, somos capaces de obviar los orígenes de las tradiciones para beneficiarnos de ellas sin sentirnos culpables de apoyar la esclavitud y defender el consumismo. Curioso como los comerciantes han sido capaces de contrastar un término tan negativo como Black Friday para verlo de forma agradable. JUAS.

sábado, 12 de noviembre de 2016

Discapacitados ¡NO!

Cuando estudiaba en la facultad de Humanidades solía cruzarme con el personal de limpieza, de un modo rutinario. Un día, así sin más, descubrí que no escuchaba su comunicación pero sí comprendía alguna cosa. Me fascinó la velocidad, agilidad y flexibilidad de sus dedos, que no paraban quietos; y pensé que a veces… sin palabras es mejor. Sus gestos y miradas sintonizados me provocaron y encendieron algún chip interno que a día de hoy, muchos años más tarde, ha hecho que me iniciase en el aprendizaje de lenguaje de signos. 

Creo que hay mucha incomprensión, ambigüedad y desconocimiento sobre el mundo de los sordos. Porque así se llaman entre ellos y no les gusta la etiqueta/categoría de “discapacitados”. A caso alguien que se comunica con un idioma distinto al nuestro, lo vemos cómo un discapacitado? De que le sirve a un/a sordo una silla de ruedas? Y esta locura quizás os sorprenda pero sé de un caso en que un grupo de personas sordas fueron recibidos, no con interpretes o traductores, sino con silla de ruedas… sí una estampa quizás un tanto grotesca, surrealista y desafortunada. 

Tampoco entiendo el porqué “santo google” no promueve la traducción en lenguaje de signos, o en el caso de ciegos (idioma Braille). Pienso que alguna mente maravillosa podría incluir una ventanita interactiva, al lado del micrófono actual y existente, para interpretarlos signos, como la voz que podemos escuchar al traducir “hola” en un idioma tan remoto, a mi parecer, como “igbo” o “cors”. Así que me figuro que la comunidad sorda no es tan significativa como las otras comunidades oyentes. Eso sí, estoy segura que las cosas serian distintas si alguna de las mentas maravillosas que se encuentra trabajando en Silicon Valley, tuviera algún pariente y/o conocido que se encontrara con esta dificultad.

En suma, poco a poco creo que deberíamos ser más consientes de las dificultades en que se encuentran estas personas que por cualquier motivo se han visto impedidos de disponer de la cualidad de sentir, pero tal y como me refiero a ellos, también puedo añadir ciegos, dificultades de movilidad etcétera. Somos distintos e iguales, ni mejores ni peores, ni más buenos ni más malos.

P.D: Puede que en términos conceptuales no se deba confundir idioma con lenguaje de signos, pero a la parte práctica que menos que facilitar un poco las cositas? 

domingo, 2 de octubre de 2016

Filosofía

¿Qué es la filosofía? Haciendo una búsqueda rápida en cualquier buscador encuentro, y cito textualmente, el primer resultado:
La filosofía (del latín philosophĭa, y este del griego antiguo φιλοσοφία, «amor por la sabiduría») es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje” (https://es.wikipedia.org/wiki/Filosof%C3%ADa). 
Pero no quiero quedarme con éste resultado, porque creo que merece la pena ir más allá con esté concepto y comprar resultados así que por ello entro en otra página de un aire algo más “rigoroso” y leo lo siguiente:
La palabra filosofía tiene un origen griego, significa “amor a la sabiduría”. Es la ciencia que trata de la esencia, propiedades, causas y efectos de las cosas. Es el resultado de un conjunto de ideas, pensamientos o reflexiones sobre algo, de buscar explicaciones a enigmas de nuestro mundo.” (http://conceptodefinicion.de/filosofia/) 


Y ahora bien, algo coincide y es: “amor por la sabiduría/amor a la sabiduría”. Todo lo demás serán interpretaciones, variaciones que resumen más o menos la grandeza de éste término. ¿Qué entiendo yo? ¿Qué interpreto yo? Para mí, la filosofía es… una ciencia que nos enseña a pensar, abarcando la reflexión de cualquier cuestión que el ser humano se pueda plantear, que nos permite poner entre ceja y ceja (cuestionar) lo que la sociedad nos impone por norma general (…). 
Lo curioso del caso, y ahí es donde hoy me remito es que la filosofía, como ciencia en sí misma, no se enseña, actualmente, hasta bachillerato lo que sería a partir de los 16 años. ¿PORQUÉ? A caso es como una película que no está permitida hasta los 16 años. Estamos marcando pues una edad numérica en la que el ser humano se tenga que ver “obligado” a plantearse cosas existenciales. Tenemos miedo a que la sociedad pueda pensar por sí misma antes de los 16 y se dé cuenta de las mediocridades a las que estamos sometidos diariamente. De hecho solo se enseña durante dos años, entre los cuales uno se pasa estudiando a los anteriores pensadores (historia de la filosofía) y el otro pasa rápidamente solo para presentarse al temido examen de la selectividad. Vuelvo a lo mismo, y ¿el saber practico cuando? Si te interesa siempre tienes la opción de entrar en un grado universitario de filosofía, serás visto como el “freaky” el “rarito” y encima tendrás que aguantar que las salidas profesionales cada vez sean menores para evitar que la gente se ponga a estudiarlo. No interesa promover ni motivar a la gente a pensar por ellos mismos dentro de una sociedad en la que “hecha la ley hecha la trampa”, creo que por las recientes noticias hay más trampas que leyes… Si se promoviese el arte de cuestionarse las cosas, a poner entre ceja y ceja lo que vemos diariamente, habría tal revolución que los “manda más” éstos que tienen el poder no podrían actuar con este desfase… Así que para terminar concluyo con otra definición: La filosofía nos enseña a pensar y provoca miedo y horrores a los que hacen y deshacen las cosas a su menester. 

Sed libres pensadores.


lunes, 26 de septiembre de 2016

Los medios de comunicación

Los medios de comunicación son instrumentos poderosos que nos informan de lo que nos rodea. Son como unas ventanas que proyectan lo que sucede al exterior mientras nosotros vivimos al día a día. Su tarea no es solo informativa, sino que además es propagandística e influyente. Y por aquí será por dónde hoy encamine la entrada. Nuestras ventanas están limitadas, sí así es… no están abiertas ni enfocadas hacia el horizonte más lejano, están enfocadas a solo unos temas arbitrarios que no van más allá de política y deporte. Que la cosa va mal, sacaremos información de deportes para mantenerlos entretenidos, que va bien la cosa, sembraremos algo de pánico con algún debate político.
Que el mundo está en llamas, no pasa nada cambiaremos el enfoque de las ventanas y que vean lo maravilloso que es el mar, o bueno mejor que miren la montaña que en el mar hay refugiados y tampoco interesa que se vean mucho… No estoy tratando de atacar a la profesión del periodismo, pero si a los que trabajan por detrás y les pagan. Si vivimos todos en un lugar llamado mundo, ¿porque los telediarios son distintos según la cadena televisiva? A caso, ¿no ocurre lo mismo cuando estoy aquí que cuando estoy allí? Entonces, ¿será una cuestión de fronteras? ¿De carencia de empatía? ¿De falta de interés? 
Las visiones son muy distintas según los propios medios: la asistencia a manifestaciones, los actos vandálicos; ¿agresores o víctimas? Antes esta cuestión hubiera sido de dependencia judicial, ahora ya no depende de un juez sino de la fuerza mediática que ocupe el caso. En suma, está bien estar informados de hecho os invito a hacer un análisis entre los distintos medios de comunicación y ver cuáles son sus ideologías traseras, y en base a eso tendremos un enfoque de la noticia distinto. Pero, ¡ojo! Recordar de tener siempre vuestro propio criterio y contrastar las informaciones en varias fuentes.


Sino estamos prevenidos los medios de comunicación nos harán amar a los contenedores y odiar a las personas...  


lunes, 12 de septiembre de 2016

La rutina

El verano ya esta en sus acaballas, los programas de fiestas mayores se van cayendo y a medida que pasan los días, huele más a rutina. Anuncios publicitarios nos alertan de: "el volver a empezar" / "La vuelta al cole" / "La vuelta al trabajo". Frenéticos volvemos a sincronizar relojes, cambiar los armarios, establecer costumbres, etc., la rutina que había quedado rota con mucha facilidad y felicidad, ahora nos cuesta horrores volverla adquirir.    

Vivimos con prisa, sea verano -  otoño - invierno - primavera.

¿No seria necesario en algún momento poder parar éste calendario y escuchar que nos pide el cuerpo?

¿No estaría bien en algún momento poder ir más allá de los calendarios festivos ya marcados?

¿No gozaríamos de vez en cuando del poder de elegir cuándo paramos y cuándo no?

Que la rutina y el peso de las obligaciones no sean capaces de ocultar nuestros deseos. Rompe la rutina con pequeñas salidas... deja que el contacto de la natura te rodee, busca un pequeño instante diario para ti y los tuyos... Valoremos cada pequeño instante para romper la rutina, para salir de la monotonía diaria a la que nos sometemos y enfrentamos.

"Si piensas que la aventura es peligrosa, prueba la rutina. Es mortal." Paulo Coelho


domingo, 11 de septiembre de 2016

La universidad de la vida

En alguno de las anteriores entradas de éste blog, puede que, quizás de una forma algo vaga, y poco detenida, haya hecho mención de las pautas y caminos que "hay que" o "debemos de" seguir finalizados los estudios secundarios obligatorios también conocidos como la E.S.O. A lo largo de mi corta vida, me he visto envuelta de preguntas frecuentes cómo: "¿Y, despúes de la ESO qué?, ¿Universidad o Ciclo Formativo?, ¿Máster u otro grado universitario?" y así hasta día de hoy. 
De echo, es que si hago hincapié ahora es por el mero hecho de que estamos en época de preinscripciones y matriculaciones a una amplia variedad de formación académica. 
No obstante, yo me planteo: ¿Que hay de la universidad de la vida?. Os contaré a que me refiero... La gran mayoría de formación académica esta estructurada de forma que al finalizar se obtiene un titulo véase: graduado escolar, graduación universitaria, etcétera,... y sí, nos sirve para añadir conocimientos a nuestro ser, pero lo más importante, agrandar nuestro curriculum. Sin embargo, en este tipo de ensañamiento, y en términos generales, se aprende un saber más conceptual que práctico. Eso es a lo que me refiero: ¿Nos enseñan a vivir? ¿Nos enseñan a solucionar los problemas reales? ¿Nos enseñan a cambiar el mundo? ¿Nos enseñan a buscar trabajo? Hay cosas que no entran dentro del sistema educativo actual, por razones éticas, morales o que sé yo quizás porque si nos enseñaran a solventar problemas, o a ver con un punto crítico no nos podrían tener tan controlados ni llevarnos como una corriente de borregos, y nos volveríamos en contra de ellos, cosa que no gusta.

La vida esta en constante movimiento, no se detiene, las personas entran y se van, y pensamos que al irse seres queridos, la vida se detiene por respeto a ellos, pero no es así. Seguimos aquí "Vivitos y coleando" día tras día, buscando cursos/talleres oficiales o no, que nos aporten conocimientos, que nos motiven y que nos despierten nuestro fuego interior. (Perdón hoy por la espiritualidad) La universidad de la vida esta llena de experiencias personales y con ella aprendemos por "ensayo - error"...  

Dicen que el saber no ocupa lugar, pero dinero sí, que no debería pero así es. Suerte que existen algunos cursos y talleres gratuitos, que evidentemente no obtienes ninguna titulación oficial, pero si adquieres un conocimiento personal, práctico, vital... Esto es otra cosa que me hace sospechar, y con ello termino con la siguiente reflexión: ¿pagamos para aprender o por una acreditación física?




"Cada dolor te hace más fuerte, cada traición más inteligente, cada desilusión más hábil y cada experiencia más sabio."
         

domingo, 14 de agosto de 2016

Smart gadgets

Nos encontramos en una nueva era que se caracteriza por el avance desenfrenado de las tecnologías. Todos queremos tener lo último en las mismas, sino corremos el riesgo de quedarnos atrasados, lo que para muchos significaría el fin de sus vidas sociales. Tabletas inteligentes, móviles inteligentes, coches inteligentes… o lo que popularmente se conoce como los “Smart gadgets”. Éstos “gadgets” no son más que complementos diarios que nos permiten a realizar nuestras tareas con más facilidad. Sin embargo, todos nuestros esfuerzos se volcán en producir más inteligencia artificial para los gadgets que para la humanidad propiamente dicha. Lo que ocurre es que a la vez que todos estos gadgets nos permiten agilizar las cosas, nos privan de desarrollar nuestra propia inteligencia. 
¿Por qué no hacemos o potenciamos la inteligencia humana, o lo que sería lo mismo (dentro de este vocabulario “cool”), los Smart humans? Despilfarramos nuestro dinero en una facilidad que pasa a ser ya comodidad y a la vez no permite que el ser humano avance en su propia esencia. Preferimos que el coche conduzca por nosotros, el móvil y el ordenador nos lleven nuestras agendas, y así nosotros perdemos la obligación de recordar las cosas. Si seguimos evolucionando así, nosotros los humanos quedaremos absorbidos por los ”Smart gadgets” siendo así substituidos por la inteligencia artificial, y yo me pregunto: ¿es esto lo que queremos?


sábado, 6 de agosto de 2016

¡Basta ya de fronteras!

Hablamos de globalización, cuando en realidad nos asusta. Somos tan políticamente correctos que nos creemos que hay una igualdad total entre ciudades, países y continentes, pero entonces ¿por qué ponemos fronteras?  Hay fronteras naturales, sí, pero la humanidad es la que tiene mayor capacidad para crear las artificiales, y así estamos al día de hoy: erradicando las xenofobias y los racismos; y a la vez, casi cogidos de las manos, trazamos limites y barreras, porque sabemos que cualquier cosa es útil para marcar distancias de lo que no nos interesa. Sin ir más lejos, en EEUU, una gran potencia emergente, pretende elegir a un presidente que alcanza su popularidad sacudiendo a los inmigrantes mandándolos en sus países de origen. En Europa no estamos tan lejos de esta paranoia con las fronteras, dejamos entrar a nuestro parecer a todo aquel que nos satisfaga el trabajo que nosotros, por tener que ensuciarnos las manos, no estamos dispuestos hacer y expulsamos al resto, como si fueran escoria. Los turistas, se salvan, aportan dinero y eso contribuye a fortalecer nuestra economía.

Menuda hipocresía. Términos contradictorios unidos al libre albedrío. Lo verdaderamente preocupante, es que las fronteras sirven para reforzar los sentimientos étnicos, ideológicos y nacionales. ¿Y bien? A su vez, la idea de integración de este nuevo mundo, será menor. Nos hemos convertido en nuestros propios esclavos, vivimos en una supuesta celda de oro cuyos barrotes excluyen a los otros y nos encierran a quienes, supuestamente nos beneficiamos. Nos lo venden como a modo de defensa, pero esta sobreprotección es más dañina e individualista que otra cosa. No vemos más allá de nuestro territorio, las fronteras nos impiden ver qué ocurre al otro lado, y parece ser que le queremos quitar importancia. Estamos frente una crisis humanitaria, pero eso no sale en la prensa, o pocas veces… Mientras que nuestro estado este “tutto benne” que unas lanchas caigan al agua, que se produzcan guerras en Siria, Ucrania, India/Pakistán y así una larga lista de países con frentes abiertos, no nos importa. A mi sin embargo, me resulta intrigante e inquietante que mientras se podría ir gestando una tercera guerra mundial, seguiremos bien siguiendo deportes u otra encerrona a modo de distracción.

En suma, es curiosa la paradoja de vivir en un mundo que a medida que la idea de globalización se extiende las fronteras también son reforzadas.

¿A caso hay algo peor que vivir en el absurdo moral permanente? 

Att,

Ciudadana de un lugar llamado mundo





lunes, 1 de agosto de 2016

La brújula de la vida.

Nacer, vivir, reproducirse y morir. 

Seguro que habréis escuchado esta frase miles de veces antes. Todos tenemos muy interiorizado, las pautas de la vida, el ciclo vital... pero sin embargo, sólo dos palabras son aplicables de un modo genérico al ser humano: Sí!, la primera y la última. E aquí las distintas posibilidades en una misma "afirmación": 
- Nacer, vivir, reproducirse y morir.  
Nacer, vivir, reproducirse y morir. 
Nacer, vivir, reproducirse y morir.
Sólo nacer y morir esta claro que pasará, sin nacer no podemos morir, y vivir eternamente sin morir, de momento, no se puede. De qué o de quién depende, pues? De TI y de cada uno de NOSOTROS!!!
El resto del camino, del ciclo vital; el tiempo que pasamos hasta llegar de un verbo al otro, somos nosotros quienes elegimos que hacer. No él, ni ella, ni ellos, sino Tú o Yo mism@. 
A lo que voy, hoy es que muchas veces nos dejamos llevar por una serie de patrones, caminos y nos adaptamos a ellos sin más. Seguimos, a modo general, unas normas, convicciones sociales que no nos hemos cuestionado anteriormente. Caemos a hacer unas cosas, por el simple hecho de "tener que" o "deber que"; por ejemplo: "Tenemos que ir a la Universidad"; "Debemos ser padres"; "Los niños deben ser fuertes"...y así un largo etcétera. Pero que ocurre sino queremos ir a la Universidad, no queremos ser padres o los niños quieren llorar? 
Lo hacemos porque "toca" se dice en algunos casos, yo misma reconozco que he caído en esta trampa, y ahí es cuando me he dado cuenta de mi error. Puedo decir que no me arrepiento de las acciones que he hecho por el mero hecho que tocaban, pero si que a la larga no me han aportado mucho, más allá de ver y aprender de mi error (...). A pesar de la creencia de algunos sobre que nuestro destino ya esta escrito, hay que ir más allá y ver que lo vamos escribiendo nosotros día a día mediante las elecciones personales que vamos tomando. Aparquemos de una vez por todas el hacer alguna cosa o ir a visitar tal cosa, porque se debe hacer. Haz y deshaz lo que quieras, siempre y cuando respetamos los límites del otro y no molestamos a los demás. Todos tenemos nuestra brújula interior, utilizamos-la más y llegaremos más lejos descubriendo nuevos caminos... 
A veces, para volver a usar la brújula y encontrarse uno mismo es necesario estar bien perdido. (no hay pérdida de camino que bien no venga).   
      
Recuerda: El camino ya esta hecho, pero eres tú quien anda.


"Yo nunca discuto"

¿En serio? Me da pena aquél que se define como una persona que "nunca discute". Somos seres humanos, iguales y diferentes; diferentes e iguales, por lo que todos y cada uno de nosotros tenemos nuestras propias ideas. Podemos ser más afines a otras personas o no; según nuestras ideas, pero eso no implica ser mejores o peores, solo únicos.
Con esta "introducción", voy a ir al grano. La persona que dice que no discute nunca, entiendo que no ha desarrollado su capacidad de razonar. Se ha quedado en un punto volátil que solo consiste en seguir lo establecido. ¿Y eso que implica? (¿A caso es malo?) me podríais cuestionar (...) perdón no, ni tan siquiera aquél que se define como he titulado la entrada, se atrevería a discutir sobre el tema.
El caso es que somos cabezas pensantes, o al menos para algo más tenemos la cabeza que para dejarse sujetar por el cuerpo, y eso implica generar y formar ideas personales. La discusión es una buena forma de adquirir nuevas ideas, intercambiarlas y llegar a construir otras nuevas. No se trata de querer tener siempre la razón, o la verdad absoluta, (algún día hablaremos sobre el relativismo) pero si buscar un punto medio que satisfaga a ambas partes. Si decimos "amén" a todo, solo seremos uno más de la multitud, convirtiéndonos en esclavos de la misma... Y sí, habremos contribuido a la alieneidad de este mundo. De nosotros y de cada uno depende el cambio, seguimos con lo ya establecido o aportamos nuevas ideas.
Tampoco se trata de ir siempre a contracorriente, pero si de tener un criterio propio y exponerlo a los demás. 
Escuchar, respetar, estar abierto a nuevos puntos de vista, razonar y por último, pero no lo menos importante, hablar y dar también nuestra opinión. Y repito a veces será la misma, y en otros casos habrá que discutirla, pero si es el último caso por favor discuta...
Mejor discutir que callar y otorgar. 



         

lunes, 25 de julio de 2016

Pokemon & Go

Hola! Pokemaniacos, tranquilos que no iré a degüello con vosotros pero sí con la repercusión que esta teniendo la nueva app. Si todavía, a estas alturas no conocéis Pokémon & Go me uniré a vuestro mundo. Si por un lado, reconozco que ésta app ha abierto una brecha en el mundo tecnológico (ha marcado un antes y un después, por todas las posibilidades de jugabilidad que produce), por el otro, y será donde me volcaré, ha conducido a la sociedad (hablando en términos generales) a unos puntos extremos.
Nada más lejos que ayer se disputó la primera quedada "pokemaniaca" de España en Barcelona. Reunió a cantidad de gente de todas las edades y ojo que la inscripción tenia un coste de 2€ por persona. Una multitud de gente que no veía más allá de la pantalla de su "smartphone", el mundo real se desvanecía y ellos pasaban a ser seres andantes que seguían a unos seres ficticios sólo visibles a través del cristal. Lo que ocurre es que en el mundo donde andamos no se encuentran pokemons, sino coches, otras personas, animales, otros agentes... 
Hemos pasado de ir a los pueblos para combatir por novi@s  a buscar y luchar para pokemons... Los padres asustados se preguntan el repentino interés de los jóvenes en ir a tirar las bolsas de basura y sacar el perro... 
Este juego no es más que otro filón para mantener a la gente unida para un fin poco útil. Lo que no entiendo es porque hay tanta gente capaz de reunirse y moverse por esto y no en cambio para ir a manifestaciones sociales... saben un secreto? son GRATIS!  
En definitiva, sed precavidos con este juego alienador, porque la imagen que os adjunto hoy refleja muy bien las consecuencias que esta provocando el juego en algunas personas, y desgraciadamente el nombre de muertes por distracción del juego va en aumento... Deberíamos pensar en crear un carril Pokemon Go? Espero que no...    




La felicidad es una mentira y la verdad siempre es dolorosa. Pokequote

domingo, 24 de julio de 2016

Certezas

Ya desde el nacimiento deseamos certezas. ¿Quiénes somos? ¿Cuál es nuestra misión? ¿De dónde venimos? ¿Qué queremos ser?. Cercamos y rogamos certezas, pero ésta misma es nuestra convicción: el hecho que removemos cielo y tierra para encontrar algo que no hay. No quiero certezas, me cansé de ellas y de su imprecisión. De escribir en el cristal frió y empeñado con mis dedos de pluma. Que piense que es de día y lo escriba en la pared, pero que la jornada se consuma y este escrito sea falaz. Cansada de certezas me encuentro, simplemente deseo la certeza del devenir, del ser y el estar, y no de lo que podríamos haber sido. 
Por último, no persigo la certeza de nada, en cambio sí la certeza de la nada, (intentando que no suene muy pesimista), ya que la vida con seguridades se me disuelve entre las manos, como la arena en la playa, o la lluvia en los mares. La vida es aquello que se nos va, mientras pensamos en futuras y pasadas certezas, y es que no vivimos ni del pasado ni del futuro, "solo" del PRESENTE

CARPE DIEM
   



El discurso del Gran dictador

Hoy, tras más de 3 años decido volver a expresarme mediante éste blog. Ni tan siquiera sé porque deje de usarlo, ni tampoco porque he vuelto, solo sé que aquí estoy dispuesta, otra vez, a mostrar mis inquietudes y mis opiniones. 
Sigo contemplando las injusticias, y a su vez noto un escozor bajo mi piel que me evoca una sensación de mareo, vomito y algo como vergüenza ajena. La sociedad continua en un mundo paralelo al mio. Mi corazón (o lo que tenga ahí) se resquebraja a diario observando que: como a mayor distancia respecto el conflicto, el terror o la polémica, menor es la empatía que siente la gente. Hablo del sentimiento de empatía como lo podría hacer del de la implicación... siendo escasa e incluso nula, por norma general (por suerte aún sé de excepciones). Sigo analizando los hechos y me percato que ya no hay distancia que valga, que las cosas cada vez nos tocan más cerca y seguimos en la misma actitud. NADA. Desigualdades a diario entre humanos, entre seres de una misma especie... Y la cosa va más allá... (sí todavía más) y es que... ¿Y si hablamos del maltrato animal? NADA
Es por eso, que para reanudar mi presencia aquí "usaré" la figura de Charles Chaplin (1889 - 1977). 
Él empezó su carrera cinematográfica valiéndose de mimetismo, a veces pocas palabras hacen falta para transmitir bellos y profundos sentimientos. Pero cuando decidió poner voz y voto en sus propias películas no le fue nada mal. Aquí os dejo con un fragmento del discurso que él proclamó en la película: El gran dictador 



Su filmografía es extensa y llena de buenos mensajes, frases y reflexiones para muchos temas de la reciente actualidad, así que pensad en la velocidad de progreso que llevamos, pues él ya trató inquietudes de nuestro tiempo.