domingo, 24 de julio de 2016

Certezas

Ya desde el nacimiento deseamos certezas. ¿Quiénes somos? ¿Cuál es nuestra misión? ¿De dónde venimos? ¿Qué queremos ser?. Cercamos y rogamos certezas, pero ésta misma es nuestra convicción: el hecho que removemos cielo y tierra para encontrar algo que no hay. No quiero certezas, me cansé de ellas y de su imprecisión. De escribir en el cristal frió y empeñado con mis dedos de pluma. Que piense que es de día y lo escriba en la pared, pero que la jornada se consuma y este escrito sea falaz. Cansada de certezas me encuentro, simplemente deseo la certeza del devenir, del ser y el estar, y no de lo que podríamos haber sido. 
Por último, no persigo la certeza de nada, en cambio sí la certeza de la nada, (intentando que no suene muy pesimista), ya que la vida con seguridades se me disuelve entre las manos, como la arena en la playa, o la lluvia en los mares. La vida es aquello que se nos va, mientras pensamos en futuras y pasadas certezas, y es que no vivimos ni del pasado ni del futuro, "solo" del PRESENTE

CARPE DIEM
   



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